BIENVENIDO

YO SOY RESPONSABLE DE ESTE MUNDO.
A MEDIDA QUE YO CAMBIE, VERÉ AL MUNDO CAMBIAR.

La enseñanza más dura e intensa que se puede practicar en este mundo es: Yo soy responsable absolutamente de todo.

Jesús la expresa así en Un Curso de Milagros:

El secreto de la salvación no es sino éste: que eres tú el que se está haciendo todo esto a sí mismo. No importa cuál sea la forma del ataque, eso sigue siendo verdad. No importa quien desempeñe el papel de enemigo y quien el del agresor, eso sigue siendo verdad. No importa cuál parezca ser la causa de cualquier dolor o sufrimiento que sientas, eso sigue siendo verdad.

(cap.27. VIII. 10.1.)

Este programa de estudios, al que me he entregado, sólo pretende mostrarme que yo soy la causa de todo, absolutamente de todo cuanto experimento en cada instante, sin ninguna excepción.

Honestamente, todo lo que yo voy a tratar de hacer es minimizar este decreto. Voy a tratar de culpar a otro o a la situación misma por aquello que yo estoy pensando o sintiendo. Eso es para lo que he entrenado mi mente hasta ahora durante toda mi vida, apoyándome en como yo veo que todos piensan o incluso como veo yo que el mundo funciona. Para ese fin he inventado enfrente de mí el mundo que percibo a cada instante: para no tomar mi completa responsabilidad de todo cuanto yo experimento. Pero ¿quién está pensando esto? YO ¿Quién está sintiendo esto? YO. Así que ¿De quién depende dejar de sentir eso? DE MÍ.

Sencillo ¿verdad? razonable ¿verdad?

No estoy en este mundo por ninguna otra razón que la de aprender a aceptar la responsabilidad entera de este mundo.

¿Qué significa esto? ¿Cómo lograrlo? son preguntas que ya he desistido responder. Simplemente me dedico a someterme completamente al propósito que Jesús comparte conmigo en el entrenamiento mental de Un Curso de Milagros.

He sido testigo en mi propia mente de que yo soy la causa del sufrimento y la muerte de este mundo al pensar que estoy separado del mundo que veo y de mi Creador, pero cada vez más se me muestran los resultados increíbles de mi dedicación a enfocarme hacia la Realidad de mi Ser. No hay nada en este mundo que se le pueda comparar. Aun así, el reto está en seguir estando alerta y en ser completamente intransigente en mi mente acerca de qué es lo que quiero experimentar en este mundo inventado por mí mismo para confundirme y distraerme a cada instante.

Esta enseñanza, es también la más brillante y amorosa. Es la única a través de la cual puedo alcanzar la totalidad de tu Ser, tal como fuiste creado.

Jamás me había sentido tan agradecido ni tan feliz en toda mi vida como ahora que me encuentro enfrente de la posibilidad de ver como este mundo sana completamente a través de la sanación de mi mente.


No quiero perder ni un instante creyendo que alguien está causando algo en mí, que Aquel que me creó no quiere que yo experimente. Se trata de confiar absolutamente en Dios, en aquel que crees que es la causa de tu conflicto y en ti.